Se cumplen este miércoles 50 años del asesinato del líder negro en un hotel de Memphis.
Cuando murió, King ya era eterno. Había pronunciado 2.500 discursos, ganado el Premio Nobel de la Paz, encendido el alma de millones de americanos y denunciado la injusticia de un siglo injusto en piezas maestras de la oratoria.