Aunque el público la recuerde todavía por sus carreras en traje de baño y en cámara lenta por las playas en Baywatch, Pamela Anderson, que cumple mañana 50 años, ha dejado parcialmente de lado su imagen de sex symbol para enfocar sus esfuerzos en el activismo y la defensa de los animales. Fue uno de los mitos eróticos más explosivos de los años 90.