San Luis Potosí, S. L. P. México
BUSCAR
Sección: Salud
El auge de los sensores de glucosa en personas sanas: tendencia y polémica
02/02/25 | 15:00 | Por: Redacción
La tecnología médica al servicio de la salud o una nueva obsesión dietética.

La diabetes se ha convertido en un problema de salud de alcance global. En España, según datos de la Sociedad Española de Diabetes (SED), cerca de 5,1 millones de adultos viven con esta enfermedad, aunque casi un tercio de los casos permanecen sin diagnóstico. Para quienes han recibido el diagnóstico, el control regular de los niveles de glucosa es una prioridad, y los avances tecnológicos, como los sensores de glucosa, han facilitado esta tarea considerablemente.
 

Sin embargo, estos dispositivos diseñados para personas con diabetes han adquirido una nueva función: el monitoreo de glucosa en individuos sanos, quienes los emplean para analizar cómo su alimentación impacta en sus niveles de glucosa y, con ello, adaptar su dieta con fines de salud o pérdida de peso. Este uso alternativo genera opiniones divididas entre defensores y escépticos.


¿QUÉ SON Y CÓMO FUNCIONAN LOS SENSORES DE GLUCOSA?


Los sensores de glucosa, también conocidos como medidores continuos de glucosa (MCG), permiten medir de manera constante los niveles de glucosa en el cuerpo. Diseñados para mejorar la gestión diaria de la diabetes, estos dispositivos ofrecen lecturas en tiempo real cada pocos minutos, lo que resulta crucial para los pacientes que deben optimizar su insulinización.


Su funcionamiento se basa en la medición de glucosa en los tejidos, no en sangre, lo que implica que los valores no siempre coincidan con los obtenidos mediante un pinchazo capilar. Para su uso, el sensor se inserta bajo la piel mediante un pequeño filamento flexible, que debe ser reemplazado periódicamente, cada 7 o 14 días, según el modelo. Un transmisor envía las mediciones a un receptor, que puede ser un dispositivo móvil.


Estos dispositivos no solo permiten la autogestión de la enfermedad, sino que proporcionan a los médicos información detallada para un tratamiento más preciso. Además, las alertas integradas advierten sobre posibles descompensaciones, como hiperglucemia o hipoglucemia, evitando así situaciones de riesgo, sobre todo en la noche. Si bien no eliminan por completo los controles de glucosa capilar, sí reducen significativamente la frecuencia de los mismos.


UNA TENDENCIA EN ALZA ENTRE PERSONAS SANAS


En los últimos años, el uso de estos sensores se ha popularizado entre personas sin diabetes, impulsado por figuras mediáticas como el exentrenador de fútbol Luis Enrique, el actor Chris Hemsworth o la actriz Gwyneth Paltrow, así como por influencers como Jessie Inchauspé, bioquímica francesa convertida en referente del “control de la glucosa”, quien ha publicado un libro con estrategias para evitar picos glucémicos.


Para los defensores de esta práctica, estos dispositivos ofrecen información valiosa sobre cómo los alimentos afectan al cuerpo, lo que les permite ajustar su dieta de forma más precisa. Sin embargo, los expertos advierten que, sin conocimientos médicos adecuados, estos datos pueden ser malinterpretados, generando más ansiedad que beneficios. Además, este monitoreo no financiado por el sistema sanitario para personas sin diabetes tiene un costo elevado, que puede superar los 1.400 euros anuales.


LOS RIESGOS DE UN USO INNECESARIO


El endocrinólogo Antonio Mas, en declaraciones a El Español, cuestiona el impacto real de los sensores en personas sin diabetes, afirmando que “para la mayoría de personas supone gastar esfuerzo en algo que va a dar un beneficio mínimo”. Según los especialistas, estas prácticas pueden reflejar la búsqueda de soluciones rápidas o “milagrosas”, en lugar de centrarse en hábitos ya comprobados como el ejercicio físico regular y una alimentación equilibrada.


Otro riesgo asociado al uso indiscriminado de estos dispositivos es el aumento de su precio, lo que podría dificultar su acceso para quienes realmente los necesitan. Este fenómeno ya se ha observado en otros casos, como con el medicamento Ozempic, originalmente diseñado para tratar la diabetes tipo 2, pero que se popularizó como tratamiento para bajar de peso.


UNA REFLEXIÓN SOBRE LA MODA DEL AUTOCONTROL


El debate sobre el uso de los sensores de glucosa en personas sin diabetes plantea una cuestión de fondo: la relación entre el avance tecnológico y el autocuidado saludable. Mientras algunos defienden la posibilidad de aprovechar la tecnología para optimizar el bienestar, otros alertan sobre el riesgo de convertir estas herramientas en una obsesión por el control constante del cuerpo.


En cualquier caso, los expertos coinciden en que la clave del cuidado de la salud sigue estando en los principios básicos de la vida saludable: una dieta equilibrada, actividad física regular y el asesoramiento de profesionales médicos cualificados.

Comentarios