El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, justificó las sanciones anunciadas contra Colombia como una advertencia a otras naciones para que acepten los vuelos de repatriación de migrantes deportados, calificando la medida como un ejemplo de su política de mano dura en materia migratoria.
MENSAJE CLARO DESDE FLORIDA
En un discurso dirigido a la bancada republicana en su reunión de invierno en Doral, Florida, Trump destacó el acuerdo alcanzado con el Gobierno de Gustavo Petro tras la negativa inicial de Colombia a aceptar dos aviones militares con deportados. Según el mandatario, la acción demuestra que Estados Unidos no tolerará la falta de cooperación en temas migratorios.
“Como vieron ayer, hemos dejado en claro a todos los países que deben aceptar de regreso a su gente. Estamos enviando de vuelta a los criminales, a los inmigrantes ilegales que vienen de sus países”, declaró Trump. “Si no lo hacen, pagarán un precio económico muy alto: vamos a instaurar aranceles masivos y otras sanciones de inmediato”.
PRESIÓN INTERNACIONAL Y NEGOCIACIONES EN WASHINGTON
Las tensiones entre ambos países escalaron cuando Trump amenazó con imponer aranceles del 25 por ciento a las importaciones colombianas. Aunque Colombia evitó la medida al aceptar el acuerdo, Estados Unidos mantiene vigentes otras sanciones financieras y de viaje como parte de su estrategia de presión.
Una delegación de alto nivel del Gobierno colombiano se encuentra en Washington esta semana para avanzar en las negociaciones y buscar flexibilizar las sanciones restantes. La decisión de Petro de aceptar los vuelos de deportación refleja la dificultad de mantener una postura contraria frente a las medidas económicas impuestas por Washington.
UNA ESTRATEGIA PARALELA DE DISUASIÓN
La postura de Trump no solo busca resolver tensiones bilaterales, sino también enviar un mensaje a otros países que reciben migrantes deportados desde Estados Unidos. Las sanciones aplicadas contra Colombia se perfilan como un modelo de disuasión para aquellos que intenten rechazar vuelos de repatriación en el futuro.
La política migratoria de Trump continúa marcando un rumbo inflexible, utilizando sanciones económicas y políticas de presión como herramientas para garantizar la cooperación internacional. El caso colombiano es una prueba más de cómo el Gobierno estadounidense busca consolidar su enfoque de tolerancia cero frente a la migración irregular.