Caracterizados por ser una descomunal obra arquitectónica, los rascacielos plasman la modernización y el crecimiento de los paisajes urbanos. Pero si hablamos de avances tecnológicos aplicados en dichas edificaciones, debemos voltear a ver lo planteado por Energy Vault y Skidmore, Owings & Merrill (SOM).
Juntas, las firmas buscarán transformar las torres de viviendas y comercios de 1,000 metros de altura en enormes baterías capaces de almacenar energía.
Al unir fuerzas, las compañías buscan cumplir con un objetivo: desarrollar "edificios sostenibles" que puedan eliminar su huella de carbono en tiempo récord. Específicamente, se refieren a compensar las emisiones de CO2 en un periodo de tres a cuatro años y cubrir el suministro de edificios cercanos.
Aunque parezca una propuesta compleja, es sencilla de entender: ambas compañías sugieren crear una "torre de superestructura" que integre los sistemas de almacenamiento de energía por gravedad (GESS) de Energy Vault en espacios vacíos. De esta manera, se transformará en un rascacielos con un vasto depósito de energía