PRIMERO, LA OSCURIDAD.
Los reportes en los medios de comunicación hablan de la posible instalación de una planta de cobre, a través de un convenio con Armenia. Entiendo el origen de la posible colaboración, dado que Armenia es una nación minera, rica en cobre. También reconozco que el cobre se ha vuelto un metal estratégico por dos razones: la aparición de nuevos mercados al mismo tiempo de que cada vez son menores los nuevos yacimientos. Armenia tiene cobre, tiene fundiciones de cobre, pero también, tiene contaminación por la explotación minera. El cobre es un metal sucio, ya que generalmente se acompaña de azufre y de arsénico. Es decir, Armenia no nos representa ninguna ventaja tecnológica. En aquel país no han resuelto el problema del manejo del bióxido de azufre que se genera en las plantas de cobre y sus zonas metalúrgicas están contaminadas por arsénico. De ese escenario ya nos libramos. ¿No se acuerdan de la planta de cobre de Minera México en Morales?
Finalmente, es importante que el equipo del gobernador esté enterado de que las leyes en nuestro país cambiaron. Si quisieran instalar una planta de cobre, primero tendrían que superar una manifestación de impacto ambiental y luego, por ser una empresa ligada a la industria extractiva (minería), tendrían que superar un estudio de vulnerabilidad (impacto sobre la salud humana y la biodiversidad). Dado que el cobre mexicano es rico en arsénico y en azufre, mucho me temo que la empresa no llegara a obtener las autorizaciones debidas.
Señor gobernador, respetuosamente creo que sus asesores se equivocaron, no necesitamos abrir problemas ambientales, no pase a la historia como alguien que abrió una planta de cobre, cuando SLP tiene la buena fama de haber cerrado la que era una de las más importantes de América Latina. Las plantas de cobre contaminan y son un riesgo en salud. Al final, si a las ganancias del cobre les resta el costo en salud causado por el manejo del metal, los beneficios económicos se reducen. Así que por un lado enfermedad y por el otro, mala decisión económica.
SEGUNDO, LA LUZ.
Lo que sí me trae muy optimista y contento es la posible asociación con la Global Dryland Alliance, que el gobernador gestionó en Qatar. Aquí sí, el gober obtiene un diez.
Aquí sí se habla con alguien que tiene recursos técnicos y experiencia, en un tema por demás importante para nuestra entidad, el manejo del agua en zonas áridas. Por ejemplo, en el altiplano los grandes invernaderos están desperdiciando agua a mares, en detrimento del derecho humano al agua que señala como prioridad el abasto a la población. Existe ya evidencia de sobreexplotación de acuíferos por la mala agricultura, como es el caso del agua subterránea en Villa de Arista y su relación con el cultivo del tomate. Además, la presencia de arsénico y flúor en los acuíferos por el rumbo de Santo Domingo, Salinas y Villa de Ramos implica un grave riesgo en salud.
Por eso estoy muy contento, Qatar ha demostrado ganarle vida al desierto. Pero, además, las notas hablan de colaboración científica y técnica con apoyo a los jóvenes, que más, no pido más. Felicito al Gobernador y a su equipo, estamos puestos para apoyarlo. Una sola cosa pido. Que no todo se centre en el Altiplano, urge atender la desertificación de la Huasteca Norte, así es, no me equivoqué, la aridez va ganando terreno en la Huasteca y creo que con proyectos basados en la naturaleza y con el apoyo Qatarí, todavía tenemos espacio para la intervención.
