Sampaio admite que algunos pensarán que es una figura pública y deberÃa estar acostumbrada a ser fotografiada. "Hay una diferencia, sin embargo. Es mi trabajo, cobro por ser fotografiada, pero doy mi consentimiento". Remarca que todos tienen una vida profesional y otra privada, que debe ser respetada. "¿Qué tipo de sociedad es esta en la que la gente cobra por espiar a los demás, fotografiarlos e invadir su privacidad? Como mujer joven, me siento violada".